Antes de dar paso a nuestro invitado en el blog de hoy, me gustaría pediros disculpas. Y es que he estado un poco offline en estos días por motivos profesionales. En las próximas entradas profundizaré más en esta etapa profesional que con tanta ilusión y motivación comienzo. Pero vamos al tema que nos reúne hoy aquí.
Hace varios meses que coincidí con un interesante joven jurista. ‘Coincidí’ por llamarlo de algún modo. La realidad es que nuestro invitado de hoy hizo que coincidiésemos por su aptitud para hacer que las cosas salgan adelante. Hoy quiero que conozcáis a Hector Cuenca Soriano, estudiante de derecho y cofundador y CEO de la Asociación de Jóvenes Juristas.
Hector Cuenca Soriano: Bienvenido
Pregunta: Muchas gracias Héctor por aceptar mi invitación a este nuestro Blog. Como adelantaba a los lectores, nos conocemos desde hace un tiempo. Me presentaste un proyecto del que más adelante hablaremos y me fascinó. Es dificil encontrar un proyecto similar. Pero tengo que empezar por el principio. Me gusta empezar ubicando al invitado en una sala llena de desconocidos. ¿Cómo te presentarías brevemente si te diesen de 5 a 10 segundos para hacerlo?
Respuesta: Hola, mi nombre es Héctor Cuenca. Gestioné desde pequeño mi casa por obligación y porque no quedaba otra. Desde que tengo uso de razón he tratado de pasar de gestionar lo que hay (aunque necesario) a darle forma tangible a mis sueños y los de mi generación para crear algo mejor. Hoy en día me dedico a eso.
Fuente: Foto cedida por Héctor Cuenca para este blog.
Pregunta: No paras de moverte. Siempre para arriba y para abajo. Reuniones, clases, trabajo, acuerdos de colaboración, etc. A muchos, eso les causa estrés pero tengo la sensación de que para ti es tu zona de confort. ¿Qué crees que te aporta más al desarrollo como persona? ¿Las clases? ¿El tiempo con amigos? ¿Jóvenes Juristas?
Respuesta: Jóvenes Juristas sin duda: Creo que hay un punto esencial en la vida de toda persona, que es cuando la existencia se te planta y te dice “es moverte o morir”, “gánate las habichuelas” ¿sabes? Por desgracia, en mi caso ese momento llegó demasiado pronto, pero hay algo de lo que me siento agradecido: A partir de entonces, comprendes la vida tal y como es de verdad, tal y como es para la mayoría de la población que (no nos engañemos, somos unos privilegiados) lucha a diario por salir adelante.
Desde que te das cuenta de verdad de que hay que trabajar para vivir, toda tu cosmovisión cambia: “Somos lo que hacemos repetidamente y, por tanto, la excelencia no es un acto sino un hábito” dijo Aristóteles y ese es el slogan de Law Practice School (el curso de introducción a la profesión jurídica que supone el principal proyecto en términos de alcance dentro de Jóvenes Juristas) no por casualidad.
Pregunta: ¿Dónde se ve Héctor Cuenca dentro de 5 años?
Respuesta: En una casa enorme con jardines y espacio abierto, llena de obras de arte y de libros y de belleza. Ejerciendo como letrado, escribiendo sobre política y habiendo ya llevado Jóvenes Juristas a todas las capitales de Comunidad Autónoma de nuestro país. Con las oficinas en la misma casa: Trabajar no tiene que ser una tortura, ni tiene por qué ocurrir entre edificios altos de vidrio y metal bajo una nube de contaminación; ni tiene por qué estar reñido con ser tú. Ya a día de hoy gozo del privilegio de tener mi oficina en mi casa (¿o mi piso en mi oficina?), llegar en medio minuto literal a trabajar y poder hacerlo en pijama y batín mientras me tomo un café, una cerveza o tengo de fondo la música que me gusta.
El jurista que hay en Héctor
Pregunta: Te preguntaba que donde te ves dentro de 5 años. ¿Pero dónde te veías con 18 años cuando entraste en la Universidad? ¿Ya le dabas vueltas al proyecto? ¿Pensabas que la vida universitaria era otra cosa?
Respuesta: Me veía de Presidente del Gobierno a los 50 y largos, pero no tenía ni idea de cómo iba a llegar hasta ahí (risas). No tenía planes a corto y medio plazo, ni le estaba dando vueltas a este proyecto (aunque sí montando otros y participando en otros).
Fuente: Foto cedida por Héctor Cuenca
Desde luego, creía que la vida universitaria y adulta iba a ser otra cosa. Mira que ya lo había pasado mal de niño y adolescente y ya había tenido que buscarme la vida, así que ya lo tendría que haber tenido asumido; pero realmente esperaba algo rollo Suits: “Hey , señores, soy la crema así que dónde está el mentor o mentora que me saque de esta clase y me ponga en el sitio donde siempre quise estar de un día para el otro ¿Nadie? ¿No?”
Al final, me encontré mucha gente que me ha ayudado e impulsado, y desde aquí un saludo para ellos y ellas: Para Andrea Mendiola, para Darío Villena, Xavi Martín, Carlus Izquierdo. Hay una larga lista. Pero nadie va a hacer de tu vida lo que tiene que ser salvo tú.
Pregunta: Eres una persona observadora. Detectas una deficiencia y la cubres rápidamente. Durante tus estudios de derecho seguramente hayas observado muchas deficiencias en el sistema. ¿Cuál es la que más te alarma? ¿La metodología de dar clase o de evaluar? ¿La poca orientación al mundo profesional?
Respuesta: Son varias que son una: La desconexión de la realidad. Ya hace mucho que el mundo académico no solamente falla en su conexión con el mercado laboral (esto se nota mucho en las titulaciones técnico-profesionales como la nuestra, pero pasaos por Filo o Humanidades si queréis llorar con las tasas de paro al terminar) si no, sobre todo, en su conexión con la realidad social. Esto se nota mucho más en las Ciencias Sociales, y no voy a entrar demasiado porque no quiero buscarme un marrón, pero la Academia está enormemente desconectada de la calle.
Hemos creado una Academia encerrada en sí misma, cuantitativista y guiada por los números más que por su función en teoría iluminadora de la vida colectiva en nombre de la Razón. El éxito de los grados se mide por el número de alumnos matriculados y aprobados ¡qué importa que no haya trabajo ni para la mitad de ellos o que el nivel medio sea bajísimo! Los campos de estudio de los investigadores e investigadoras se deciden por los patrocinadores, públicos y privados, que al final son quienes los pagan, y cuyos intereses pocas veces coinciden con los del público general.
¿Se puede defender en serio el sistema actual? ¿No sería mejor un sistema de méritos, con escasas plazas en cada carrera en función de las necesidades del Mercado, notas de corte marcadas por criterios objetivos y no por la absoluta barbaridad actual de que las marque la oferta y la demanda, y becas del 100% + sueldo al alumnado por estudiar, obligándoles para poder cobrarlas a mantener una media académica de excelencia absoluta?
Como con todo, lamento ver que tenemos una sociedad que cierra los ojos a la realidad, y que prefiere las ficciones cómodas a las realidades duras. Igual si supiéramos las vidas humanas que cuesta producir un iPhone no lo cambiaríamos cada dos años. E igual si viéramos que el coste de que nuestros jóvenes tengan títulos universitarios a mansalva es acabar con la Academia y que además vayan al paro tendríamos el arrojo necesario para cambiar este sistema absurdo.
Pregunta: Te has labrado una ventaja muy importante. No perder nunca el contacto con los que empiezan derecho. Tú que te encuentras a caballo entre ellos y el mundo laboral, ¿Cuál percibes que es la mayor preocupación del joven estudiante de derecho?
Respuesta: El salto al mundo laboral, y con razón. Estamos en un sector y una profesión donde lo que predomina son ‘freelancers’ con despacho propio o contrato mercantil con sus respectivas entidades, y nadie forma a nuestros jóvenes en ventas, márketing, contabilidad o ¡y esta ya es de cajón! oratoria, tantas y tantas habilidades profesionales necesarias en una profesión como la nuestra. No es ya que no se den en el Grado, si no que tampoco el Máster de Abogacía tiene tales contenidos. Queda, al final, a entidades como nosotros potenciar esa conexión con el mundo profesional.
También esta desconexión se nota en una desorientación general: Mucha gente no tiene clara su vocación, qué quiere hacer, y va pasando cursos sin saber muy bien por qué con la esperanza de que el camino ya se aclarará solo cuando acaben. Y puede que se aclare solo, pero no van a tener los trabajos que quieren porque se habrán dejado llevar por la corriente sin tomar decisión alguna sobre su vida.
Su lado más emprendedor
Pregunta: Me interesa muchísimo tu faceta emprendedora. Es dificil ver a un estudiante de derecho metiendose en jaleos este tipo. Háblanos de Jovenes Juristas de Cataluña. ¿Cuál es su misión?
Respuesta: Cambiar la relación de los jóvenes juristas con talento, inquietud y ganas con el mundo profesional. Crear experiencias y programas que les ayuden a descubrir quiénes son y qué quieren y les den caminos y herramientas con las que luchar por ello .
Pregunta: ¿Cómo nació ese proyecto? ¿Quiénes habéis orquestado la idea?
Respuesta: El proyecto nace de tres estudiantes de Derecho y Dobles Grados con Derecho, dos de tercero y una de cuarto (Andrea Mendiola, Carlus Izquierdo y yo mismo), que no querían pasar la experiencia de llevar cafés en un despacho y hacer fotocopias no remuneradamente y llamar a esto “prácticas”. Creíamos, y aún lo creemos, que debe haber otra manera de entrar en contacto con el mundo profesional.
Foto grupal de Jóvenes Juristas cedida por Héctor Cuenca
La realidad del Derecho son los divorcios, las herencias, las reclamaciones de cantidad, los monitorios. Son las noches sin dormir antes del primer juicio, son los acuerdos y las consultas en el despacho y también la toga, la jura de la Constitución, las celebraciones de Sant Raimon de Penyafort, Santo Patrón de la Abogacía Catalana. Vivir y amar. Todo eso es vivir y amar el Derecho, y ya mola mucho para tener que añadirle complementos.
Además de que eso es lo que realmente, a nivel práctico, puede ayudar a nuestra juventud jurídica: ¿Cuántos, salvo unas pocas y pocos privilegiados/as, por sus contactos, su talento o su esfuerzo, van a dedicarse a llevar grandes procesos y acuerdos de Derecho Internacional? Nosotros preferimos enseñarles la realidad de su futuro trabajo, conectarles con los agentes jurídicos de su entorno inmediato, refrescarles cómo se aplica la normativa estatal o autonómica que corresponda, ayudarles a descubrir su camino y ayudarles en su primer trabajo. De ahí los grandes programas de Jóvenes Juristas, que son 5:
- Law Practice School, el primer campus en España que permite a las y los jóvenes juristas de nuestro país vivir durante una semana su futura profesión con un programa 100% práctico.
- Law Practice Experience, o programa de membresía de Jóvenes Juristas.
- Asesoría Jurídica: El programa que permite a los asociados/as de Jóvenes Juristas llevar a cabo tareas jurídicas que no requieran ser Letrado.
- Voluntariado Jurídico: Ídem, pro-bono. Con la colaboración de la Fundación Servei Solidari.
- Apoyo al Trabajo: Conectando a nuestros asociados/as con despachos de abogados y otras empresas que busquen perfiles jurídicos, potenciando su contratación remunerada antes de terminar la carrera.
Pregunta: Me consta que habéis cerrado ciertos acuerdos con grandes firmas y otras asociaciones. ¿Qué cualidades buscáis en un colaborador para que resulte de interes para Jóvenes Juristas?
Respuesta: Queremos unir el mundo académico con el profesional. No creemos en el dualismo, ni en las divisiones artificiales. Así, toda aquella institución educativa que quiera hacer de la universidad una experiencia más realista y transformadora para quienes pasan por ella en el ámbito del Derecho puede contar con nosotros. Toda empresa o entidad del mundo profesional que quiera abrir sus puertas a los jóvenes, darles la oportunidad de vivir por dentro cómo puede ser su futuro, y les dé la oportunidad de demostrar lo que valen, puede contar con nosotros.
Y estamos abiertos a lo que sea: Somos parte de esta sociedad, y de eso no queremos olvidarnos. Por eso colaboramos con Servei Solidari ofreciendo servicios pro bono a personas y familias con necesidades; por eso potenciamos el comercio local de Terrassa a través de una miríada de colaboraciones con todo tipo de entidades públicas y privadas. Hay que acabar de una vez con la imagen seria y aburrida, elitista y fuera de la sociedad, del sector jurídico: Al final, y creo que hay que decirlo, somos personas normales con sueños, ambiciones, frustraciones y miedos, y que aunque lleven traje 24/7 no tienen reparo alguno en ponerse a perrear el viernes hasta partir el piso.
Así que añado otro punto a “Dónde quieres verte de aquí a cinco años”: Quiero ser el abogado de C. Tangana.
Pregunta: Se llama Jóvenes Juristas de Cataluña, pero me consta que estáis estudiando la expansión. ¿Cuál es el futuro de Jóvenes Juristas de Cataluña?
Respuesta: Más que futuro… ¡presente! Llámanos Jóvenes Juristas, por favor, porque ya estamos en ello: El objetivo es estar en todas las Comunidades Autónomas de este país, y a día de hoy ya son dos las delegaciones activas (Jóvenes Juristas de Cataluña y Jóvenes Juristas de las Islas Baleares) y al menos cuatro más las que están en proceso de constitución, que no podemos anunciar hasta que sea oficial. Y nuestro objetivo es ese por dos grandes motivos:
- Porque la mayoría de nuestros alumnos de Law Practice School son de fuera de Cataluña/Islas Baleares, y queremos facilitarles todo lo posible acceder al curso con proximidad a donde estudian.
- Porque LPS no es lo único que hacemos, y lamentablemente el resto de programas por el momento tan solo están disponibles en Cataluña, Baleares, y empezando a implementarse en algunas pocas más CCAA (va, spoiler: Madrid será la primera). Y es una lástima, porque creemos que son geniales para cualquier joven jurista que quiera empezar a vivir su futuro. Para eso, necesitamos delegaciones.
Muchas gracias Héctor por tu tiempo. Desearte la mayor de las suertes con tus estudios y sobre todo, que sigáis ayudando a los jóvenes juristas a descubrir el mundo del derecho. Acercarles a la práctica y a la realidad.