Que la vida son tres días lo sabemos todos. Y que tú, apreciado lector, has consumido mínimo uno de ellos lo tengo seguro porque de lo contrario no hubieras llegado hasta aquí. La cuestión que te estarás preguntando es, ¿qué hago con los días que me quedan? Puedes comprar un viaje a las Bahamas, un Aston Martin o un litro de aceite. O puedes contratar un seguro de vida y pagárselo a tus seres queridos. Lo que tú decidas estará bien, pero yo no entiendo de coches así que déjame hablarte de seguros.
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¿Por qué es importante contratar un seguro de vida?
Como abogado especializado en seguros, vuelvo a casa dando gracias a Dios por llegar sano y salvo. Y es que a diario debo lidiar con desafortunados accidentes que requieren de unas manos sensiblemente especializadas. No es que sea un tipo con muy mala suerte, sino que mi trabajo consiste en la defensa judicial de los distintos actores de un siniestro.
¿Qué consejo podría darte este «picapleitos«? Pues además de cuidar tu salud, contratar un seguro de vida. Los seguros de vida no impiden que ocurran desgracias, pero sí que sus consecuencias sean menos catastróficas a cambio de unas pequeñas primas, normalmente mensuales. ¿Que cuáles son los beneficios de contratar un seguro de vida? Vamos a tocar algunos.
Beneficios fiscales de un seguro de vida
Seguro que esperabas que hablara de tranquilidad, ¿verdad? Pues no. El beneficio más destacado es made in Spain y variará en función del producto de ahorro que adquiramos y nuestra condición. Como hablar de derecho fiscal reduce años de vida, procuraré ser breve:
- Si tienes un seguro de vida vinculado a una hipoteca anterior a enero de 2013, aprovéchate.
- Los planes de pensiones, de previsión social y/o de previsión de asegurados, desde unos 500 euros a unos 8.000 euros según el art. 51 y 52 LIRPF.
- Las primas de seguros de enfermedad de los autónomos, conforme lo establecido en el artículo 30 LIRPF.
- Las famosas SIALPs, de la disposición adicional 26ª LIRPF que si lo mantienes cinco años te desgravas una barbaridad.
- Si cobras el seguro de vida, al rescatarlo tributaras por el incremento patrimonial del que te hayas beneficiado (art. 25.3.a LIRPF), es decir, la diferencia entre indemnización y primas pagadas. Y si lo cobran tus herederos habrá sorpresa.
Vamos, que aunque la fiscalidad de los seguros de vida sea un quebradero de cabeza, puedes triunfar.
Acceso a financiación
Aunque ya hablé en su día sobre los seguros obligatorios que hay en España, los de vida no se encuentran entre ellos. Esto es, contratar un seguro de vida en España es porque uno quiere. O porque le exigen que lo quiera… Es lo que ocurre con la contratación de una hipoteca ante una entidad financiera.
El contrato de hipoteca, con garantías en cada cláusula -comenzando por la propia vivienda- es un contrato que normalmente dura 20 o 30 años. Por ello, el prestamista querrá garantizarse que, si el deudor se va al otro barrio, no solo se quedará con un amasijo de ladrillos sino también con algo de liquidez.
La tranquilidad de un buen seguro
Tenía que decirlo antes de que algún broker me de un tirón de orejas por no recordar a los lectores que contratar un seguro de vida es comprar tranquilidad. Y tienen razón por cuanto garantizar un capital a tus hijos en caso de fallecimiento, o una renta vitalicia en caso de incapacidad o enfermedad es desde luego poder dormir tranquilo.
Además, sea dicho de paso, los pagos de las primas suelen ser bastante asequibles lo que facilita la contratación. Te doy acceso a mi publicación sobre qué es una prima de seguros para refrescarte la importancia del pago de la prima.
Estabilidad jurídica del contrato de seguro de vida
Debo comenzar advirtiéndote de algo: no mientas en el cuestionario de salud del artículo 10 LCS. Advertir de la existencia de una enfermedad puede incrementar ligeramente el pago de tu prima, pero ocultarlo puede suponer que te quedes sin indemnización. Repito, no mientas en el cuestionario de salud.
Tras este inocente consejo, he de decir que contratar un seguro de vida te permite alcanzar una estabilidad jurídica que se traduce en aquella tranquilidad de la que te hablan constantemente mis amigos los brokers. Por ejemplo, una vez contratas el seguro, el mismo se registra oficialmente como exige la Ley 20/2005, de 14 de noviembre, sobre la creación del Registro de Contratos de Seguros de cobertura de fallecimiento. Vamos, que no te pueden estafar: seguridad jurídica a tope.
Además de la publicidad del seguro, otra cuestión importante es que el seguro de vida es muy claro. Es cierto que puede existir cláusulas complejas pues de lo contrario no habría juicios reclamando seguros de vida, pero ante la oscuridad de la cláusula opera el principio in rubio pro asegurado.
¡Si tienes cualquier duda, ya sabes dónde puedes encontrarme!