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El seguro jurídico, ¿Qué es?

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La vida no es fácil. Entre sus incontables vaivenes, muchos azarosos y ajenos a nuestra voluntad, encontramos el riesgo de vernos envueltos en un entuerto judicial. Sin comerlo ni beberlo, un día recibes en tu casa una carta del Juzgado o te ves obligado a reclamar tus derechos ante los tribunales, forzando la hucha para incurrir en unos gastos siempre imprevistos. Y en apenas tres líneas te he explicado qué es el seguro jurídico o mejor llamado seguro de defensa jurídica. Pero sigue leyendo, que la cosa tiene miga.

¿Qué es un seguro de defensa jurídica?

Como cualquier seguro que cubre un riesgo incierto, posible, concreto y fortuito, el seguro de defensa jurídica es una modalidad de seguro diseñada para cubrir los costes derivados de conflictos legales. Esto incluye los honorarios del abogados y el procurador, el perito si fuera necesario, gastos y tasas judiciales y otros costes asociados a la defensa de los derechos del asegurado.

seguro de defensa jurídica que es

Imagina que te despiden del trabajo, ¿no te vendría bien que alguien te pagara un abogado? O imagina que no sabes cómo denunciar por una obra mal hecha o incluso si el constructor se ha fugado con tu dinero. Incluso la nimiedad más absoluta como recurrir una multa de tráfico puede requerir de asistencia jurídica. Pues bien, este seguro cubre precisamente ese riesgo: que tengas un gasto derivado de un conflicto legal.

Aunque así explicado pueda resultar sencillo comprender qué es el seguro jurídico, estos contratos de riesgos tienen multitud de problemas legales. El principal es que no sabemos distinguir entre el seguro de defensa jurídica y la cobertura de defensa jurídica del seguro del hogar, por ejemplo. O la cobertura de defensa jurídica del seguro de responsabilidad civil del abogado, o del arquitecto. Si no me extiendo demasiado, os lo explicaré.

El origen del seguro jurídico

Si somos estrictamente académicos, podríamos hallar los albores del seguro de protección jurídica en la antigua Babilonia. Ya por aquel entonces los mercaderes babilónicos asumían de forma conjunta los gastos del transporte marítimo de mercancías mediante el conocido «contrato de préstamo a la gruesa«. De hecho, ya nuestro Código de Comercio en su versión original define este préstamo como el hace depender su reembolso y premio aparejado «del feliz arribo a puerto«. Y entre estos gastos, por supuesto, podías encontrar los gastos de defensa jurídica.

Otros, sin hilar tan fino, sitúan ese origen del seguro jurídico en la Francia del siglo XIX. En aquel lugar y fecha ya se comercializaron contratos de gestión de servicios entre los que se encontraban los relacionados con la protección jurídica. Si lo piensas bien, es como un sindicato en el que pagas una cuota a cambio de tener a disposición a sus abogados de defensa laboral.

que cubre un seguro de protección jurídica

Pero parece ser, según un cierto consenso doctrinal, que el origen del seguro jurídico como lo conocemos hoy en día viene ligado al mundo del motor. Tal y como explicaba en mi publicación sobre qué seguros obligatorios hay, el incremento de los riesgos derivados del automovilismo hizo necesario no solo una exigencia de solvencia para conducir. También, como no podía ser de otro modo, una capacidad para litigar.

Los dos tipos de asistencia jurídica

Quizá lleguemos al punto más importante. El que mayor conflictividad presenta. Ya sabemos qué es un seguro de defensa jurídica pero nos quedaría atender a su aspecto más práctico. El quid de la cuestión es que debemos diferenciar entre el seguro que te cubre los costes de asistencia legal del seguro que te pone un abogado a tu disposición.

Porque así es apreciado lector. Hay dos tipos de protección jurídica asegurable:

  • El seguro de defensa jurídica para reclamación de daños del artículo 76 LCS que tratamos en esta publicación. Mediante este seguro, la compañía de seguros se hace cargo de los gastos en que pueda incurrir el asegurado como consecuencia de un procedimiento administrativo, judicial o arbitral. Según el artículo 76 d) LCS, el asegurado tiene siempre y sin excepción libre elección de abogado.
  • Las pólizas de responsabilidad civil que cubren los gastos de protección jurídica frente al reclamante. Esta protección jurídica es designada por la compañía de seguros, que correrá con todos los gastos de defensa salvo que haya pactado otra cosa con el asegurado. La razón es sencilla: si es el seguro quien pagará la indemnización que reclaman a su asegurado, qué menos que este seguro se defienda. Y hay dos excepciones:
    • Que el reclamante y perjudicado sea la misma compañía de seguros que asume los gastos de protección jurídica
    • Que exista un conflicto de intereses, como ocurre por ejemplo, con pólizas de responsabilidad civil que tienen una franquicia altísima y convenga al asegurado defenderse.

El seguro jurídico, ¿Qué es mejor? ¿abogado particular o abogado del seguro?

Es posible que, tras la lectura de esta publicación, dudes sobre si contar con tu propio abogado o contar con el abogado del seguro. Y mi recomendación será siempre la misma: elige al mejor. Y como estas palabras son de sencilla pronunciación y difícil aplicación, te voy a dar 3 tips para elegir al mejor abogado para tu caso:

que es el seguro jurídico
  • Analiza el tipo de caso por el que precisas defensa jurídica. ¿Es el abogado que quieres especialista en esa materia? Los abogados del seguro estamos habitualmente especializados en daños y perjuicios. Pero difícilmente podremos llevarte bien un divorcio o un despido.
  • Investiga las condiciones de tu póliza. ¿Cubre suficientemente mi seguro los gastos de protección jurídica que deseo? Si el abogado que deseo es muy caro, es posible que no me compensen sus servicios y prefiera contar con los abogados de la compañía de seguros.
  • Escúchate. A veces, elegir el mejor abogado es una cuestión de feeling. Ir acompañado a un Juzgado por un profesional trabajador y empático que atienda tus circunstancias es la mejor defensa.

En fin, apreciado lector. Espero haberte podido resolver las dudas aunque me haya dejado mucho en el tintero. Pero como cabes dónde localizarme, me quedo a tu disposición para lo que necesites. Un abrazo.

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