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Pasos para patentar una idea o un producto

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Primer martes de trabajo oficial y no puedo perder las buenas costumbres. Hay que seguir acercando el derecho a las personas. Y en esta ocasión quiero escribir sobre cómo patentar una idea o un producto. Puede parecer una tarea complicada, ¿verdad?. Pues ciertamente lo es. Porque más allá de lo que vaya a explicarte hoy, hay mucho trabajo detrás. Estudio de la idea o el proyecto y estudio de la competencia, estrategia, protección de la idea hasta adquirir su patente, etc. Por ello, muy atento a los siguientes pasos.

Estudio de la idea

Un bolígrafo con geolocalizador para que no se pierda, un juego de mesa con temática judicial, un nuevo diseño de balon de fútbol, un patinete sin ruedas… Son infinitas las posibilidades de invención del ser humano. Y seas más o menos creativo, siempre estarás capacitado para idear algo.

Estudia cada detalle de tu idea. ¿A quiénes va dirigido? ¿Qué necesidades cubre? ¿Cómo funciona? ¿Es rentable para ti? ¿Es susceptible de fabricarse industrialmente? Y una vez lo tengas, asegurate de que esa necesidad existe realmente. No hay nada similar en el mercado. ¿Y cómo saberlo? Prueba en la página oficial de Invenes. En él encontrarás un localizador de inventos depeniente de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

patentar un tambor
Fuente: Wikipedia | Licencia Wikicommons

Una vez tengas tu idea en firme y hayas comprobado que (1) es rentable económicamente, que (2) es una novedad en el mercado y que (3) puede fabricarse, debes pensar en dos aspectos más:

  • Que (4) lo tienes listo para empezar a introducirlo en el mercado. Esto es, que lo tienes ya fabricado o puedes hacerlo una vez estés protegido por la patente.
  • Que (5) estás asesorado por un abogado especialista en propiedad industrial como yo que haga valer tu patente. La vida es dura y el mundo es salvaje. Necesitarás otros ojos que estén ojo avizor para detectar cualquier vulneración etu derecho.

Si los anteriores puntos son afirmativos, ¡vamos a ello que nos lo quitan de las manos!

Inicio del procedimiento: hora de remangarse

Recuerda que para desarrollar tu idea es muy útil hacerlo bajo una marca comercial. Escribí hace unas semanas sobre cómo registrar una marca y cuanto te costará por si te interesa. Bic, Zacatrús, Adidas o Xiaomi ya lo hacen con los productos antes mencionados. Puede ser un buen paso previo a iniciar el procedimiento ya que una vez iniciado, todo transcurrirá muy deprisa y los plazos son inamovibles. Será una bola de nieve cuesta abajo.

Con la solicitud de patente, deberá adjuntarse la siguiente documentación:

  • Datos del solicitante. Oséase, tú.
  • Una descripción de la invención pormenorizada y que sea lo suficientemente descriptiva para diferenciarlo del resto y hacer notar su novedad, utilidad y uso industrial.
  • Reivindicaciones sobre el invento, redactadas con estrategia e ingenio. Por ello, los abogados tecnológicos somos unos buenos consejeros.
  • Planos en el caso de que la invención requiera de uno.
  • Un resumen.
  • Justificante del pago de la tasa.
Como patentar una idea
Fuente: Unsplash | Autor: Francesco Casalino

Sobre la eterna cuestión de si patentarlo a nivel nacional, europeo o internacional lo dejo a tu criterio. Aquí los abogados no entramos. Debes atender al modelo de negocio que quieres desarrollar con este invento, tu capacidad económica, el mercado al que se dirige el invento, etc.

Una vez echamos la solicitud se nos otorgará una fecha de presentación o fecha de prioridad (‘lo mismo me da’ que ‘me da lo mismo’) tras la cual se estudiará que la solicitud cumple con todos los requisitos. Desde este momento, podemos instar la protección de la patente en España y en otros países que nos interese.

Informe de patentabilidad: hora de bajar al barro

Si el trabajo anterior está bien hecho y nos hemos remangado como es debido, no nos ensuciaremos mucho. Pero ‘Ay’ de ti cómo hayas presentado una solicitud flojita y sin mucho rigor técnico-jurídico…

En la fase que viene ahora, el examinador de la solicitud de patente hará todo lo posible por encontrar invenciones muy similares a la tuya. Por ello, si has redactado a la perfección la solicitud y los documentos que la acompañan, conseguiremos que el examinador se acueste a las 3 de la madrugada sin haber encontrado nada similar. Sin embargo, si no es todo tan correcto como debería esperarse, te remitirá un examen de búsqueda con ideas o productos similares bien completito y un informe de patentabilidad.

Publicación de la solicitud: Se encienden los focos

Ya tenemos nuestra solicitud echada al buzón. Y se nos ha dado una fecha de presentación o fecha de prioridad. Pues bien, transcurridos 18 meses desde esta fecha, nuestra solicitud de patentes se hará pública y todo el globo terráqueo podrá acceder a ella. La publicación se hará mediante el Boletín Oficial de Propiedad Industrial. Durante estos 18 meses en los que se está incubando la solicitud, tendremos un informe de búsqueda del examinador de patentes que, si hemos hecho bien nuestro trabajo, no debería preocuparnos.

Como patentar una guitarra electrica
Fuente: Wikipedia | Licencia Wikicommons

Se han encendido los focos. Estamos en el barro peleándonos por nuestra patente y todo el mundo nos mira. Unos nos gritan ‘qué máquinas sois’ y otros nos gritan ‘pero si esa idea ya la patenté yo’. Y tenemos que tomar una decisión:

  • Si decidimos continuar en el barro, levantaremos el pulgar y pasaremos al examen de fondo decidiendo en qué paises instaremos la protección. Pasado un tiempo, se te concederá la patente si no ha habido oposición.
  • Si decimos que no, nos salimos del barro, nos limpiamos y para casa.

¿Entiendes ahora la importancia de un buen examen previo?

Cómo patentar una idea de otra forma

Registrar una patente está muy bien. Pero cuando hablamos de cómo proteger una idea esta no es la única opción. ¿Quieres saber qué otras formas tienes de proteger tu invención? Aquí unos ejemplos:

El know-How

El Know-How es otra fórmula de protección de las ideas. Aunque en España no es posible patentar modelos de negocios, sería lo más similar a ello. Esto es: tengo un modelo de negocio que consiste en vender ropa muy vintage, y la mayoría de la clientela la obtengo porque les gusta como desarrollo este modelo. Para poner en el mercado la ropa mis empleados visten como en el Chicago de los años 50, los mostradores son Cadillacs y solo se acepta el pago con billetes (para ser más retro aún). En definitiva, y como su traducción invita a pensar, sabes ‘cómo hacerlo‘.

Pues bien, no podemos registrar el modelo tal cual. Pero tú tienes la fórmula (y solo tú) para conseguir la ropa de tus empleados a un buen coste, un proveedor de Cadillac antiguos y una fórmula de atraer clientes que solo paguen en efectivo.

Contrato de confidencialidad

Una de las fórmulas más empleadas alternativa o complementariamente a la patente es el contrato de confidencialidad y no divulgación. Mediante este contrato privado, las partes se comprometen a conservar la idea entre ellos y no difundirla, so pena de ser demandado judicialmente.

contrato de confidencialidad
Fuente: Unsplash | Autor Rawpixel | Licencia Unsplash

Es bastante habitual emplearlo durante la fase inventiva, en la que dos o más personas se unen para idear un producto. ¿Recordáis la primera fase de estudio de la idea? Durante esta fase, debemos procurar desarrollar adecuadamente la idea que posteriormente será susceptible de fabricarse industrialmente. Debemos hacer pruebas, testearla, etc. para que al sacarla al mercado esté en óptimas condiciones de alcanzar el éxito. Y no es hasta este último punto cuando debemos pensar en patentarla. Por ello, el contrato de confidencialidad nos blindará protección hasta la publicación de neustra idea.

Derechos de autor

No es tontería. Ciertamente existen ciertas invenciones que pueden ser protegidas a través de los derechos de autor y evitar hacer un gran desembolso en patentarlo. Un gran desembolso que, por otro lado, puede ser en vano si te lo echan para atrás.

Es el caso, por ejemplo, de un tipo de letra de ordenador (las fuentes) o el código de una página web.

Protección del diseño

Quizás seas muy bueno inventando, pero desde el punto de vista de la mecánica o el desarrollo informático estás algo más cojo. Vamos, que serías capaz de desarrollar un coche, pero no de ponerlo en marcha. Pues para ello existe una fórmula económica para proteger estos diseños y es el registro del diseño.

Si te ha gustado esta entrada, ¡te animo a que le des un voto positivo! Si te interesa el tema y quieres concoer más acerca de la propiedad industrial, te recomiendo que leas mi entrada sobre qué es la propiedad industrial. Puede que así obtengas más conocimientos sobre este complejo mundillo e incluso encuentres inspiración para desarrollar esa idea que tienes en mente desde hace mucho tiempo.

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