El seguro es un terreno complejo para la mayoría de los mortales. Si tomas una póliza, lo que verás antes de aburrirte será farragosos epígrafes y conceptos retorcidos. Uno de esos conceptos que a menudo despiertan preguntas es el «seguro de responsabilidad civil«. Si te preguntas qué es un seguro de responsabilidad civil, estás en el lugar correcto. Acompáñame en este breve viaje para desmitificar a este importante seguro.
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Responsabilidad civil: El concepto
Antes de entrar en la faena de explorar el seguro de responsabilidad civil, es fundamental comprender el concepto de responsabilidad civil en sí. La responsabilidad civil que se regula en nuestro código civil de 1888 es sencilla. En términos simples, la responsabilidad civil se refiere a la obligación legal que tenemos de responder por cualquier daño o perjuicio que causamos a otras personas o sus propiedades. ¡Así es! ¡Frente a terceros! Parece absurdo, pero os prometo que el término «tercero» en ocasiones es peleón.
Esto podría ser el resultado de una obra mal realizada, un accidente de tráfico en el que resulten damnificado al menos otro vehículo o que se caiga una maceta desde el balcón causando daño a un transeúnte, por ejemplo.
Una red de seguridad
Imagina que eres un acróbata. Y como tal, te pasas día sí y día también sobre la cuerda floja. Pasito para adelante, pasito para atrás y volteretas. Seguramente si no tuvieras una red de seguridad bajo tus pies no actuarías ante tu público. Pues bien, si eres una pequeña empresa o eres un autónomo, ocurre igual. Pagas un seguro que no lo ves, pero está ahí para cuando te caigas. O mejor dicho, para cuando tu cliente se caiga en tu local porque no advertiste de un escalón inesperado.
Un seguro de responsabilidad civil es un contrato entre tú y una compañía de seguros. Este contrato que llamamos póliza (ya te explicaré otro día este término) te protege de posibles siniestros y reclamaciones por daños o lesiones que puedas causar a terceros. Por eso, se contempla como un instrumento financiero de ahorro.
¿Por qué es importante tener un seguro de responsabilidad civil?
Saber qué es un seguro de responsabilidad civil tiene su trascendencia. Pero saber por qué es importante tener un seguro de responsabilidad civil es esencial por varias razones:
- Protección financiera: Ya te lo he adelantado en el anterior epígrafe. Un seguro es un producto financiero que actúa en el momento en el que se activa uno de los numerosos riesgos que nos rodea a diario. En lugar de asumir con tus fondos propios las consecuencias de una desgracia, lo asumirá un tercero: tu seguro.
- Sin peleas: Como particular, esto es lo que más me gusta de este seguro. Si se rompe la televisión de tu casa, siempre discutes su precio con el seguro. Si tu coche es siniestro total, terminarás discutiendo sobre el valor del vehículo. Pero con los daños causados a un tercero, será el tercero quien discuta con tu seguro y podrás continuar con tu feliz vida.
- Requisito legal: En España, tener un seguro de responsabilidad civil es un requisito legal para operar ciertos negocios o actividades. Ya hablaremos en otra ocasión de algunas de estas profesiones.
¿Qué no cubre este seguro?
Hablábamos al comienzo de esos farragosos epígrafes con conceptos retorcidos. Y también de la peligrosidad del concepto «tercero» de tu póliza. De facto, encontrarás una sección dedicada exclusivamente a definiciones, una técnica de redacción legal muy anglosajona. Generalmente, el seguro de responsabilidad civil no cubre:
- Tus daños propios: El seguro se centra en daños a terceros, por lo que no cubrirá daños a tus propios bienes. Pero el mercado asegurador es muy creativo y encontrarás pólizas de responsabilidad civil que cubra algunos daños propios. Por ejemplo, tu póliza de coche obligatoria con lunas e incendio. O tu póliza de negocio que protege los bienes de empleados quienes son, a efectos de la póliza, asegurados y no terceros.
- Actos intencionales o dolosos: Si causas daño de manera deliberada, el seguro no responderá. Evidentemente, por cuanto el seguro, en sí mismo, procura amparar eventos súbitos, externos y ajenos a la voluntad de los contratantes.
- Exclusiones específicas: El epígrafe de exclusiones es muy, muy importante. Si lo lees de arriba abajo, terminarás concluyendo que son exclusiones lógicas, pero debes tenerlo en cuenta. El seguro no cubre, por ejemplo, la indemnización que hayas pactado tú con el perjudicado si es superior a la legalmente exigida. Tampoco los ocasionados por determinadas catástrofes o incumplimientos legales de origen laboral o tributario. ¡Obvio! No te va a cubrir la empresa la indemnización por el despido de un empleado.
¿Quién debería tener un seguro de responsabilidad civil?
Nadie está exento de causar un daño a alguien. Y no hablo de romper el corazón de nadie, si no más bien de una pierna o un brazo. Esto incluye a dueños de pequeños negocios a pie de calle, propietarios de muchos bienes inmuebles, fabricantes de productos, etc. Incluso ahora, estamos a puntito de vivir la obligatoriedad de contratar un seguro para mascotas. Porque tú, que estás leyendo esto mientras paseas a tu perro: si se escapa tu Yorkshire a la carretera y provoca la caída de un motorista, puede suponer tu ruina.
En resumen, ya que sabes qué es un seguro de responsabilidad civil, debes saber que es un elemento esencial para tu protección financiera, evitando terribles consecuencias económicas en caso de accidente. Estos seguros te ayudan a llevar una previsión de tu negocio ajena a algunos agentes externos. Recuerda que la prevención y la gestión de riesgos también son claves para mantener una cobertura de seguro efectiva. Y si te quedan más dudas, aquí me tienes siempre.